Rueda Litúrgica
AÑO LITURGICO
INTRODUCCIÓN
1º La Iglesia celebra la Obra salvífica de Cristo
La Santa Iglesia considera deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo, en días determinados, a través del año, la obra salvífica de su divino Esposo.
Cada semana, en el día que llamó DEL SEÑOR y domingo, la iglesia conmemora su RESURRECION, la cual, UNA VEZ AL AÑO, celebra también, justo con su santa PASION, en la máxima solemnidad de la PASCUA.
Además: en el CIRCULO DEL AÑO desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y navidad hasta la Ascensión, Pentecostés, y la expectativa de la dichosa esperanza y VENIDA DEL SEÑOR (Adviento, Navidad y Epifanía).
De este modo, conmemorando los Misterios de la Redención, ABRE la iglesia las riquezas del poder santificador y de los méritos del SEÑOR, de tal manera que, en cierto modo, se hacen PRESENTES en todo tiempo, para que puedan los fieles ponerse en CONTACTO en ellos y LLENARSE de la GRACIA de la salvación (Const. Litúrgicas Vaticana = CLV n. 102).
2º La Iglesia venera a la Madre de Dios, la Virgen María
En la celebración de este CICLO ANUAL de los Misterios de CRISTO, la Santa Iglesia venera CON AMOR ESPECIAL a la bienaventurada MADRE DE DIOS, la Virgen María unida con lazo indisoluble a la Obra salvífica del Hijo.
3º Recuerda a los Mártires y demás Santos
Además, la Iglesia introdujo en el CICLO ANUAL el recuerdo de los MARTIRES y demás SANTOS, que, llegados a la perfección de la múltiple gracia de Dios y HABIENDO YA ALCANZADO la SALVACION ETERNA, canta la perfecta alabanza a Dios en el CIELO e INTERCEDEN por nosotros. Porque al celebrar el TRANSITO de los SANTOS de este mundo al CIELO, la Iglesia PROCLAMA EL MISTERIO PASCUAL cumplido en ELLOS, que sufrieron y fueron glorificados con CRISTO. A la vez, propone a los fieles sus EJEMPLOS, los cuales atraen a todos, por Cristo, al Padre, y por los méritos de los mismos IMPLORAN los beneficios divinos (id. n. 105).
4º La Iglesia une también a este culto anual, los Ejercicios piadosos
Por último, en DIVERSOS TIEMPOS del año, de acuerdo a las instituciones tradicionales, la Iglesia completa la formación de los fieles por medio de EJERCICIOS de piedad, espirituales y corporales, de la INSTRUCCIÓN, de la PLEGARIA y obras de PENITENCIA y de MISERICORDIA (ib. n. 105).
Tal es el significado exacto y profundo que el Concilio Vaticano II dio al Año litúrgico en su cuádruple objeto de:
- Celebrar y actualizar la obra salvífica del Redentor,
- Venerar a la Sma. Virgen María;
- Recordar a los Mártires y demás Santos; y
- Asociar a las celebraciones litúrgicas los “Ejercicios de piedad” de los fieles.
El año litúrgico, origen y significado
La celebración del Año Litúrgico es la vivencia de la vida de Cristo, todas sus etapas desde su nacimiento hasta su muerte.
Origen del Año Litúrgico
Las fiestas cristianas han surgido paulatinamente a través de los siglos. Estas nacen de un deseo de la Iglesia Católica de profundizar en los diversos momentos de la vida de Cristo. Se comenzó con la fiesta del Domingo y la Pascua, luego se unió Pentecostés y, con el tiempo, otras más. Los misioneros, al evangelizar, fueron introduciendo las fiestas cristianas tratando de dar un sentido diferente a las fiestas paganas del pueblo en el que se encontraban. Podemos compararlo con una persona que recibe un regalo con una envoltura bonita, la cual guarda y utiliza posteriormente para envolver y dar otro regalo. La Iglesia tomó de algunas fiestas paganas las formas externas y les dio un contenido nuevo, el verdadero sentido cristiano.
La primera fiesta que se celebró fue la del Domingo. Después, con la Pascua como única fiesta anual, se decidió festejar el nacimiento de Cristo en el solsticio de invierno, día en que numerosos pueblos paganos celebraban el renacimiento del sol. En lugar de festejar al “Sol de Justicia”, se festeja al Dios Creador. Así, poco a poco, se fue conformando el Año litúrgico con una serie de fiestas solemnes, alegres, de reflexión o de penitencia.
La liturgia es la manera de celebrar nuestra fe. No solo tenemos fe y vivimos de acuerdo con ella, sino que la celebramos con acciones de culto en las que manifestamos, comunitaria y públicamente, nuestra adoración a Jesucristo, presente con nosotros en la Iglesia. Al vivir la liturgia, nos enriquecemos de los dones que proceden de la acción redentora de Dios.
La liturgia es el conjunto de signos sensibles, eficaces, de la santificación y del culto a la Iglesia. Es el conjunto de la oración pública de la Iglesia y de la celebración sacramental.
Liturgia viene del griego leitourgia, que quiere decir servicio público, generalmente ofrecido por un individuo a la comunidad.
El Concilio Vaticano II en la “Constitución sobre la Liturgia” nos dice:
“La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella, los signos sensibles significan y cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre y así el Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro».
La liturgia es la acción sagrada por excelencia, ninguna oración o acción humana la puede igualar por ser obra de Cristo y de toda su Iglesia y no de una persona o un grupo. Es la fuente de donde mana toda la fuerza de la Iglesia. Es la fuente primaria y necesaria de donde deben beber todos los fieles el espíritu cristiano. La liturgia invita a hacer un compromiso transformador de la vida, realizar el Reino de Dios. La Iglesia se santifica a través de ella y debe existir en la liturgia por parte de los fieles, una participación plena, consciente y activa.
Cada celebración litúrgica tiene un triple significado
- Recuerdo: Todo acontecimiento importante debe ser recordado. Por ejemplo, el aniversario del nacimiento de Cristo, su pasión y muerte, etc.
- Presencia: Es Cristo quien se hace presente en las celebraciones litúrgicas concediendo gracias espirituales a todos aquellos que participan en ellas, de acuerdo a la finalidad última de la Iglesia que es salvar a todos los hombres de todos los tiempos.
- Espera: Toda celebración litúrgica es un anuncio profético de la esperanza del establecimiento del Reino de Cristo en la tierra y de llegar un día a la patria celestial.
El Año litúrgico es el desarrollo de los misterios de la vida, muerte y resurrección de Cristo y las celebraciones de los santos que nos propone la Iglesia a lo largo del año. Es vivir y no sólo recordar la historia de la salvación. Esto se hace a través de fiestas y celebraciones. Se celebran y actualizan las etapas más importantes del plan de salvación. Es un camino de fe que nos adentra y nos invita a profundizar en el misterio de la salvación. Un camino de fe para recorrer y vivir el amor divino que nos lleva a la salvación.
Los Tiempos litúrgicos
El Año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos. Estos son tiempos en los que la Iglesia nos invita a reflexionar y a vivir de acuerdo con alguno de los misterios de la vida de Cristo. Comienza por el Adviento, luego viene la Navidad, Epifanía, Primer tiempo ordinario, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Tiempo Pascual, Pentecostés, Segundo tiempo ordinario y termina con la fiesta de Cristo Rey.
En cada tiempo litúrgico, el sacerdote se reviste con casulla de diferentes colores:
- Blanco: significa alegría y pureza. Se utiliza en el tiempo de Navidad y de Pascua.
- Verde: significa esperanza. Se utiliza en el tiempo ordinario.
- Morado: significa luto y penitencia. Se usa en Adviento, Cuaresma y Semana Santa.
- Rojo: significa el fuego del Espíritu Santo y el martirio. Se utiliza en las fiestas de los santos mártires y en Pentecostés.
El Adviento es tiempo de espera para el nacimiento de Dios en el mundo. Es recordar a Cristo que nació en Belén y que vendrá nuevamente como Rey al final de los tiempos. Es un tiempo de cambio y de oración para comprometernos con Cristo y esperarlo con alegría. Es preparar el camino hacia la Navidad. Este tiempo litúrgico consta de las cuatro semanas que preceden al 25 de diciembre, abarcando los cuatro domingos de Adviento.
Al terminar el Adviento, comienza el Tiempo de Navidad, que va desde la Navidad o Nacimiento, que se celebra el 25 de diciembre y nos recuerda que Dios vino a este mundo para salvarnos.
La Epifanía se celebra cada 6 de enero y nos recuerda la manifestación pública de Dios a todos los hombres. Aquí concluye el Tiempo de Navidad.
El Primer tiempo ordinario es el que va de la fiesta de la Epifanía hasta inicio de Cuaresma. En el Primer y Segundo tiempo ordinario del Año litúrgico, no se celebra ningún aspecto concreto del misterio de Cristo. En ambos tiempos se profundizan los distintos momentos históricos de la vida de Cristo para adentrarnos en la historia de la Salvación.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y se prolonga durante los cuarenta días anteriores al Triduo Pascual. Es tiempo de preparación para la Pascua o Paso del Señor. Es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Es tiempo para la conversión del corazón.
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección. En el Triduo Pascual se recuerda y se vive junto con Cristo su Pasión, Muerte y Resurrección.
El Domingo de Pascua es la mayor fiesta de la Iglesia, en la que se celebra la Resurrección de Jesús. Es el triunfo definitivo del Señor sobre la muerte y primicia de nuestra resurrección.
El Tiempo de Pascua es tiempo de paz, alegría y esperanza. Dura cincuenta días, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, que es la celebración de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. En esta fiesta se trata de abrir el corazón a los dones del Espíritu Santo.
Después de Pentecostés sigue el Segundo tiempo ordinario del año litúrgico que termina con la fiesta de Cristo Rey.
El eje del Año litúrgico es la Pascua. Los tiempos fuertes son el Adviento y la Cuaresma.
Durante el Adviento, Navidad y Epifanía se revive la espera gozosa del Mesías en la Encarnación. Hay una preparación para la venida del Señor al final de los tiempos: “Vino, viene y volverá”.
En la Cuaresma, se revive la marcha de Israel por el desierto y la subida de Jesús a Jerusalén. Se vive el misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo: “Conversión y meditación de la palabra de Dios”.
En el Tiempo Pascual se vive la Pascua, Ascensión y Pentecostés en 50 días. Se celebra el gran domingo: “Ha muerto, vive, ¡Ven Señor Jesús!
En los tiempos ordinarios, la Iglesia sigue construyendo el Reino de Cristo movida por el Espíritu y alimentada por la Palabra: “El Espíritu hace de la Iglesia el cuerpo de Cristo, hoy”.
Tecnicismo del Año Civil y Religioso.
Antes de entrar en el estudio del Año litúrgico propiamente dicho, será útil anotar algunas nociones acerca de lo que podría se llamar su tecnicismo, o sea: su formación cronológica y religiosa y sus particulares divisiones y características.
- Cómputo eclesiástico: Así se denomina al conjunto de operaciones aritméticas encaminadas a forma el calendario, y particular mente para precisar las épocas principales del año cristiano, partiendo de las fiestas de Pascua y de la correspondencia del año eclesiástico con el solar y lunar.
- El año en General: el Año es una de las divisiones del tiempo, a las cuales dan lugar los fenómenos del sol y de otros astros. Por eso hay año natural y año astronómico. Y puede ser solar o lunar, según se tomen como base, para su cuenta, la evolución del sol o de la luna.
Los cambios de fechas en algunas fiestas del Año litúrgico.
El Año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al año calendario o sea el contexto del año litúrgico es la combinación del año lunar, solar y civil, hecha por la Iglesia en orden a la Celebración sucesiva de los Misterios de la Vida de Cristo y culto de los Santos.
La fiesta más importante de los católicos, la Semana Santa, coincide con la fiesta de la «pascua judía» o Pesaj, misma que se realiza cuando hay luna llena. Se cree que la noche que el pueblo judío huyó de Egipto, había luna llena lo que les permitió prescindir de las lámparas para que no les descubrieran los soldados del faraón.
La Iglesia fija su Año litúrgico a partir de la luna llena que se presenta entre el mes de marzo o de abril. Por lo tanto, cuando Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, respetando la tradición judía de celebrar la pascua – el paso del pueblo escogido a través del Mar Rojo hacia la tierra prometida – debía de haber sido una noche de luna llena. Hecho que se repite cada Jueves Santo.
La Iglesia marca esa fecha como el centro del Año litúrgico y las demás fiestas que se relacionan con esta fecha cambian de día de celebración una o dos semanas.
Las fiestas que cambian año con año, son las siguientes:
- · Miércoles de Ceniza
- · Semana Santa
- · La Ascensión del Señor
- · Pentecostés
- · Fiesta de Cristo Rey
Ahora, hay fiestas litúrgicas que nunca cambian de fecha, como por ejemplo:
- · Navidad
- · Epifanía
- · Candelaria
- · Fiesta de San Pedro y San Pablo
- · La Asunción de la Virgen
- · Fiesta de todos los santos.
Los tres Ciclos
En el desarrollo de las celebraciones litúrgicas observamos tres ciclos: diarios, semanales o hebdomadario, y anual.
El diario está formado por horas, el semanal por días, el anual por periodos, llamados “Tiempos”. ni las horas, ni los días, ni los periodos son precisamente los mismos del año civil, sino propios del litúrgico. De él brotaron, por tanto, el día, la semana, y el año litúrgicos. El domingo fue el día litúrgico primitivo único de la semana; le siguieron sucesivamente los demás días, la semana, y finalmente el Año Litúrgico.
Desarrollo y significado del Año Litúrgico
El año litúrgico es un conjunto armónico de tiempos y de celebraciones que se ha ido organizando a lo largo de la historia de la liturgia, para hacer presente al Señor en la evocación de los misterios de su vida histórica y para incorporar a los hombres a la acción salvífica derivada de ellos.
Lo que hoy llamamos Año Litúrgico es el resultado de un largo proceso en el que se han dado cita innumerables factores, unos de tipo histórico y otros de tipo catequético. La organización del Año Litúrgico es el fruto de una larga evolución hasta llegar a la del Concilio Vaticano II (cf. SC 102-111).
La organización del Año Litúrgico tiene su fundamento en un conjunto de ideas, que han sido las que han guiado e impulsado su desarrollo. Vamos a enumerarlas brevemente.
El Año Litúrgico está fundado en la historia de la salvación. Lo que caracteriza a la religión cristiana es el hecho de que Dios haya entrado en la historia humana. S. Pablo llama misterio a este plan de salvación que se realiza en la historia. El Año Litúrgico celebra los acontecimientos mediante los cuales Dios entró en la historia y en la vida de los hombres.
La Iglesia en el círculo del año desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor. Conmemorando así los misterios de la redención, abre las riqueza del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación (SC 102).
El año litúrgico es un conjunto de tiempos y de fiestas, caracterizados por la memoria actualizada para nosotros de los misterios de la vida de Cristo, al que se unen la conmemoración de la Virgen María y de los Santos.
El año litúrgico no comienza con el día primero de enero, sino con el primer domingo de Adviento y se termina con el último domingo per annum, dedicado a la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
Ciclo Temporal Anual
En el Calendario la Iglesia da comienzo al AÑO LITURGICO EL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Y LO TERMINA EL ULTIMO DOMINGO DEL PERANUAL U ORDINARIO (PER ANNUM). Eso no obsta para que el año civil y el litúrgico se combinen armónicamente. La fiesta central a la que, litúrgicamente, confluye todo el calendario religioso y de la que todo él depende, es la PASCUA DE RESURRECCIÓN, culminación, con la ASCENCIÓN Y PENTECOSTÉS, DEL MISTERIO PASCUAL.
Aunque existe hoy cierta tendencia a alterar, para el estudio, este orden tradicional, aquí lo seguiremos como más natural y sencillo, para la generalidad. En efecto, el MISTERIO DE SALVACIÓN comienza evangélicamente con la VENIDA DE JESUCRISTO a la tierra y termina pascualmente con Su Vuelta al CIELO: «SALÍ DEL PADRE, Y VINE AL MUNDO; DE NUEVO DEJO EL MUNDO, Y ME VOY AL PADRE», dice Él mismo, por SAN JUAN (16,28). Y esta Venida del Salvador tiene su prehistoria, la cual también es menester conocer y celebrar por su orden, ya que ella es también objeto del culto. Por lo demás, es el orden que señalan el Misal y el libro de la Liturgia de la Horas. Imposible desvincular la Pascua del Adviento y Navidad, y viceversa.
CICLOS Y TIEMPOS
Distínganse, dentro del CICLO TEMPORAL ANUAL del Misterio de Cristo, los dos Ciclos de Navidad y de Pascua, con sus divisiones por «TIEMPOS». En la siguiente forma:
1. Ciclo de Navidad
Expectación del MESIAS y de la PARUSÍA. Nacimiento, primeras manifestaciones. O Teofanías del Salvador.
1.1 Tiempo de Adviento
Son 4 semanas de preparación: LEJANA, desde el primer domingo; INMEDIATA, del 17 al 24 de diciembre.
1.2 Tiempo de Navidad
Desde el 24 de diciembre, por la tarde, hasta el domingo siguiente a la Epifanía; o hasta el 6 de enero, inclusive, algunos años.
2. Ciclo de Pascua
Celebración y Culminación del Misterio Pascual.
2.1. Tiempo de Cuaresma (preparación).
Desde el miércoles de ceniza hasta la misa del jueves Santo: Pasión del Señor, ayuno sacro, penitencia, renovación espiritual.
2.2. Triduo Sacro Pascual.
Desde la misa vespertina del jueves Santo hasta «La vigilia pascual», inclusive.
2.3 Tiempo Pascual.
Son 50 días, a partir del domingo de resurrección, incluyendo el de pentecostés. Siete domingos privilegiados, mas la ascención.
Tiempo Peranual u Ordinario.
Comprende dos etapas del calendario, de 33 a 34 semanas:
- La primera, entre la Epifanía y Cuaresma;
- La segunda, desde el lunes de Pentecostés hasta Adviento.
Cristo Rey clausura del año litúrgico.
El peranual es, por tanto, el desarrollo del Misterio Salvador bajo el influjo Pentecostal.
CRISTO SOL DE LA IGLESIA
Como se ve, todo el AÑO LITURGICO ES CRISTOCÉNTRICO: todo gira en torno a JESUCRISTO, sol espiritual de la Iglesia y del universo cósmico. Jesucristo es adorado y celebrado constantemente en Sus dos grandes Misterios de la ENCARNACIÓN y de la REDENCIÓN, que integran el MISTERIO PASCUAL y la totalidad de Su OBRA SALVIFICA. IGUALMENTE, TODO VA ENDEREZADO A LA AUGUSTA TRINIDAD.
Permaneciendo siempre impenetrables estos Misterios para nosotros, nos van inundando, año tras año y toda la vida, de riquezas sobrenaturales, y son realmente «Camino, Verdad y Vida», mientras caminamos peregrinando entre tinieblas hacia «El cielo nuevo y la tierra nueva del Reino prometido». Todo esto lo resume un himno, cantando «Al Sol de Justicia y al Día Pascual, en que todo reflorece y se disipan las tinieblas».
Pues me parece interezante todo lo que hay en esta pagina y pues me gustaria informarme un poco mas oh me gustaria tambien que me manden informacion a mi correo felicitaciones a quien subio esto
las personas deben respetar las ideas sobre todo a la iglesia, si no están de acuerdo simplemente no ingresen, gracias por ilustrarnos sobre estos temas, Dios les bendiga.
quiero saber algo ¿como se celebra la bajada de reyes ? (se hace misa o algo así)
Muy interesante la explicacion que dan sobre el ano Liturgico, pero me gustaria si es posible me dejaran saber como se calculan algunas fechas especiales como el Dia del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el dia del Sagrado Corazon de Jesus etc pues, no las veo especificadas en la rueda Liturgica como tampoco aparecen los dias o las semanas que hay entre un tiempo y otro.
Gracias anticipadas y sigan trabajando para que podamos seguir aprendiendo cada dia mas sobre la Historia de Nuestra Iglesia!!
Que Dios los bendiga!!!
E actualizado el año litúrgico; para comprender mejor e agregado el tecnicismo del año civil y religioso; también dejo este comentario sobre cómo se desarrolla las fechas de las solemnidades:pentecostés(50 dias despues de la Resurreccion de Jesucristo),Domingo despues de Pentecostés Solemnidad de la Santisima Trinidad;Jueves despues de la Santisima Trinidad Solemnidad del Santisimo Cuerpo y sangre de Cristo,Solemnidad del Sagrado Corazon de Jesús viernes posterior al segundo domingo después de Pentecostés.
Gracias Dios los bendiga.
Tema muy inriquecidor para el aprender de su contenido
Muy bueno el trabajo, muy bien preparado y muy claro, opino que sirve de invaluable colaboracion para catequistas y laicos comprometidos en general. Me gustaria que me orientaran respecto a los ciclos A, B y C de la Iglesia, con base en que se orientan por cuanto no encontre ninguna informacion en el Concilio Vaticano II.
Muy agradecido por la informacion.
Muchas Gracias por tan eficiente trabajo, y el tiempo dedicado para ofrecernos este delicioso manjar,para mi es de suma importancia puesto que soy coordinadora del Ministerio de Liturgia en nuestra parroquia, Dios les bendiga y Animo adelante en la Obra que el Señor les ha encomendado ,pues es una forma de Evangelización, muchas Bendiciones,
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DISCULPEN ME PUEDEN AYUDAR DICENDOME LA RESPUESTA DELA SIGUIENTE PREGUNTA
CUANTO DURA EL AÑO LITÚRGICO
perdón, pero creo que es obvio que un año.+
muy enrequècidor el tema, muy importante conocer nuestra religiòn, asì
como las etapas de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, gracias
chupamela la pichula lala
muy buen trabajo es importante conocer y aprender nuevos temas día a día para ser mejores personas
A Jesús por María
me gusto el relato del año litúrgico muy práctico y fácil de entender.
sigan así que algo va a quedar.
gracias.
muchas gracias es de un gran apòrte para mi este tema me ayuda al enrriquecimiento tanto espiritual tanto como intelectual Dios les bendiga