El Ministerio del Lector

Para que los fieles lleguen a adquirir una estima viva de la Sagrada Escritura por la audición de las Lecturas Divinas, es necesario que los Lectores que desempeñen este ministerio, aunque no hayan sido oficialmente instituidos en él, sean de veras aptos y estén cuidadosamente preparados.

Esta preparación debe ser, en primer lugar, espiritual, pero también es necesaria la preparación técnica. La preparación espiritual supone, por lo menos, una doble instrucción: bíblica y litúrgica. La instrucción bíblica debe encaminarse a que los lectores puedan comprender las lecturas en su contexto propio y entender a la luz de la fe el núcleo central del mensaje revelado. La instrucción litúrgica debe facilitar a los lectores una cierta percepción del sentido de la estructura de la liturgia de la Palabra y la relación entre la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística. La preparación técnica debe capacitar a los lectores para que cada día sean más aptos en el arte de leer ante el pueblo, ya sea de viva voz o con lo ayuda de los instrumentos modernos para amplificar la vos. (Notas Preliminares del Leccionario, Nº 55)

Las Escrituras

Como lector, es importante tener una comprensión básica de las Escrituras: que es, de dónde viene, y cómo entender su significado. Un lector debe tener un conocimiento fundamental acerca de que es la Biblia y de cómo leerla e interpretarla adecuadamente y con un grado suficiente de comprensión.

La dinámica de escuchar las Escrituras que son leída en voz alta en la iglesia – proclamadas – en el contexto de la Misa es el camino a través del cual Cristo se hace presente. Por lo tanto, el modo en que se proclame las Escrituras tiene una vital importancia para la calidad de la experiencia de la comunidad.

Como lector

El ministerio consiste en proclamar la Palabra de Dios, o más bien permitir a Dios hablar a la Asamblea Eucarística a través de uno. Cuando se proclama, la Palabra de Dios cobra vida, y es la misión de dejar que cobre vida en uno para que pueda hacerlo en la comunidad entera. Hay una conexión orgánica entre la liturgia de la Palabra y la liturgia de la Eucaristía.

En la liturgia de la Palabra

Cristo resucitado viene a nosotros en las palabras proclamadas de las sagradas Escrituras.

En la Liturgia Eucaristía

Lo hace en el Pan y el Vino Consagrado. En ambos casos podemos hablar de la Presencia Real. Cristo está Realmente Presente cuando se proclaman las Escrituras y está Realmente Presente en el Pan y el Vino Consagrado. En el primer caso, lo recibimos en Palabras. En el segundo, participamos de él en la comunidad Ritual denominada Eucaristía.

En ambos, Cristo Resucitado está igualmente


Presente, en Verdad  Vivo y Activo. Leer más

“Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo”

“Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo”

La Solemnidad del “Corpus”. Así suele designársela

popularmente. El título oficial litúrgico es:

 

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.


Empezó a celebrarse en Lieja (Bélgica) en el siglo XIII, con carácter local y como resultado de las maravillosas visiones de Sor Juliana de Corbillon. El Papa IV la extendió, en 1264, a la Iglesia Universal. El mismo explicaba así en la bula el objeto y espíritu de la nueva “Solemnidad”: “Aunque ya se hace Memoria (de la Institución Eucarística) en el cotidiano Sacrificio de la Misa, creemos no obstante que, para confundir la perfidia e insania de los herejes, es digno de que, por lo menos una vez al año, se celebre en su honor una fiesta especial.  De esta manera se podrán reparar todas las faltas cometidas en todos los Sacrificios de la Misa, pedir perdón de las irreverencias en que se haya incurrido durante su celebración, y del descuido en asistir a ella”.

Como se ve, todo gira aquí en torno al sacrificio de la Misa, para encarecer su importancia capital, la necesidad de desagraviar a Dios y de pedirle perdón por las irreverencias en la participación de muchos, y aún mucho más por la inasistencia de innumerables cristianos, hombres sobre todo. Faltar a la Misa los domingos y días de Precepto es culpa grave, por ser lo que es la Misa, y preceptiva su participación. Faltar los demás días sin ser culpa es una gran pérdida para el alma de cada ausente y para todo el mundo. Su frecuentación es el mayor bien común espiritual y material. Un defecto, podemos decir casi universal, habrá que corregir hoy en día, y es la impuntualidad para llegar al comienzo de la Misa, ya que ella constituye un solo acto, desde el principio hasta el final, verdad que recalca el mismo Misal.

La Procesión.


“El pueblo cristiano da un testimonio público de fe y de piedad hacia el Sacramento de la Eucaristía con las Procesiones en que se la lleva por las calles con solemnidad y cantos, particularmente en la fiesta del Corpus Cristi” (Euch. Myst. n. 59). Y agrega, que corresponde al ordinario del lugar juzgar de su oportunidad, en las actuales circunstancias, así para el recorrido como para su organización, de modo que resulte digna de la reverencia de tan gran Sacramento. Ni la bula de Institución de la fiesta (1264) ni la constitución de Clemente V (1311) hacen alusión alguna a esta Procesión. Empezó localmente en el siglo XIV, y enseguida se implantó en la Iglesia Universal. Hoy no hay pueblo ni aldeas que no la celebre con visible transporte de júbilo santo y la pompa visible. De no hacerse el mismo día del Corpus, puede ser en otro más oportuno y próximo.

Durante la Procesión pueden hacerse estaciones con la bendición de la custodia, cada vez. Hade usarse luces, incienso, palio, canticos, según costumbre (ib.nn.104-108).

ORACIÓN DE LA SANGRE DE CRISTO

SEÑOR JESUS EN TU NOMBRE, Y CON EL PODER DE TU SANGRE PRECIOSA SELLAMOS TODA PERSONA, HECHOS O ACONTECIMIENTOS A TRAVEZ DE LOS CUALES EL ENEMIGO NOS QUIERE HACER DAÑO.

CON EL PORDER DE LA SANGRE DE JESUS SELLAMOS TODA POTESTAD DESTRUCTORA EN EL AIRE, EN LA TIERRA, EN EL AGUA, EN EL FUEGO, DEBAJO DE LA TIERRA, EN LAS FUERZAS SANTANICAS DE LA NATURALEZA, EN LOS ABISMOS DEL  INFIERNO Y EN EL MUNDO EN QUE NOS MOVEREMOS HOY, CON EL PODER DE LA SANGRE DE JESUS ROMPEMOS TODA INTERFERENCIA Y ACCION DEL MALIGNO.

TE PEDIMOS JESUS QUE ENVIES A NUESTROS HOGARES Y LUGARES DE TRABAJO A LA SANTISIMA VIRGEN ACOMPAÑADA DE SAN MIGUEL, SAN GABRIEL, SAN RAFAEL Y TODA SU CORTE DE SANTOS ANGELES.

CON EL PODER DE LA SANGRE DE JESUS SELLAMOS NUESTRA CASA, TODOS LOS QUE LA HABITAN  (NOMBRAR CADA UNO DE ELLOS)

LAS PERSONAS QUE EL SEÑOR ENVIARA A ELLAS, ASÍ COMO LOS ALIMENTOS Y LOS BIENES QUE EL GENEROSAMENTE NOS ENVIA PARA NUESTRA SUSTENTO.

CON EL PODER DE LA SANGRE DE JESUS SELLAMOS PERSONAS, ANIMALES Y OBJETOS. EL AIRE QUE RESPIRAMOS Y EN FE COLOCAMOS UN CIRCULO DE SU SANGRE ALREDEDOR DE TODA NUESTRA FAMILIA.

CON EL PODER DE LA SANGRE DE JESUS SELLAMOS LOS LUGARES DONDE VAMOS A ESTAR ESTE DIA Y LAS PERSONAS, EMPRESAS O INSTITUCIONES CON QUIENES VAMOS A TRATAR (NOMBRAR CADA UNA DE ELLAS)

CON EL PODER DE LA SANGRE DE JESUS SELLAMOS NUESTRO TRABAJO MATERIAL Y ESPIRITUAL, LOS NEGOCIOS DE TODOS TUS HIJOS Y VEHICULOS, LAS CARRETERAS, LOS AIRES, LAS VIAS Y CUALQUIER MEDIO DE TRASNPORTE QUE HABREMOS DE UTILIZAR.

CON TU SANGRE PRECIOSA SELLAMOS LOS ACTOS, LAS MENTES Y LOS CORAZONES DE TODOS LOS HABITANTES, DIRIGENTES DE NUESTA PATRIA Y DE LA IGLESIA UNIVERSAL A FIN DE QUE TU PAZ Y TU CORAZON REINEN EN ELLA.

TE AGRADECEMOS SEÑOR POR TU SANGRE Y POR TU VIDA, YA QUE GRACIAS A ELLAS HEMOS SIDO SALVADOS DE TODO LO MALO. AMÉN

Sacramento de la Penitencia o Reconciliación

Miseria del hombre y Misericordia de Dios.

Miseria del hombre.

Hecho hijo adoptivo de Dios el Cristiano, en el Bautismo, y miembro de la Iglesia de Cristo; Sellada su frente con el crisma de la salud y confortado por el Espíritu Santo para testimoniar su fe y acendrar su servicio a Dios y a la Iglesia y a sus hermanos, mediante la Confirmación; finalmente, la Iglesia lo alimenta y deifica, si quiere diariamente, con el Pan  Celeste de la Eucaristía. Así y todo, el pobre mortal no puede cantar victoria. Las acometidas del demonio y del mundo y las paciones de la carne, pone al hombre, a cada momento, en peligro de pecar. Los maravillosos inventos y progresos humanos lejos de levantar el espíritu lo ensoberbecen, y endiosan su libertad. ¿Qué hacer? Leer más

Tiempo de Cuaresma

Los cristianos recibimos en la frente o en la cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma

La Cuaresma comprende los cuarenta días de preparación para la Pascua de Resurrección.

Este Tiempo empieza el miércoles de ceniza y termina antes de la Misa de la última Cena de jueves Santo.

El Miércoles de Ceniza recuerda a cada cristiano su situación de pecado y la necesidad de convertirse.

Están invitados a practicar especialmente las limosnas, la oración y el ayuno.

El tiempo de Cuaresma es un tiempo de conversión.

También recuerda los cuarenta días que Jesús vivió en el desierto y su lucha contra las tentaciones.

El desierto es un lugar despoblado, seco, donde casi no hay vegetación y falta el agua. Jesús fue a orar y ayunar.


Significa:

abandono y soledad exterior e interior, para encontrarse con Dios.

Jesús quiso preparar así su ministerio público.

La Cuaresma incluye cinco domingos más el Domingo de Ramos y es un período de liturgia sobria.

Se utiliza el color de ornamento morado, a excepción del cuarto domingo, llamado «Laetare» que se utiliza el color rosa

No se dice ni canta el Gloria y tampoco el Aleluya

No se ponen flores en el altar.

La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén se recuerda el Domingo de Ramos.

El Domingo de Ramos: primer día de la Semana Santa

y de su Pasión.

Los Cuarenta días:

Moisés y Elías estuvieron cuarenta días en el desierto.

Israel cuarenta años, en peregrinación hacia la tierra prometida.

Significa:

tiempo de la prueba a la que Dios somete al pueblo.

Es también “hoy”: tiempo propicio para escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón.

Nuestro trato con Dios necesita un “espacio” adecuado (el desierto como lugar de silencio), y un “tiempo” oportuno y concreto, “suficiente” para escuchar, a través de nuestra conciencia, su voz de Padre que corrige y consuela a la vez.

El ayuno

Junto con el desierto y la oración, el ayuno nos ayuda a hacer penitencia, para revisar nuestra vida y buscar sinceramente a Dios. Los que se retiran al desierto para encontrarse con Dios, ayunan.

El ayuno es abstenerse de comida y bebida.

Es símbolo y expresión de una renuncia a todo lo que nos impide realizar en nosotros el proyecto de Dios.

Ayunar es también:

hablar menos, no gastar en cosas innecesarias o caprichos, perder menos tiempo frente a la televisión, trabajar mejor, ayudar a los demás,  hacer obras de caridad, etc.

Va unido a la limosna, a ser generosos con los demás. Si ayunáramos sólo para sufrir o demostrar que somos fuertes, estaríamos desvirtuando su verdadera finalidad.

!Recuerda hermano/a Jesús , dio  todo por tí y tu que harías por Él!

Tiempo de Adviento

CICLO DE NAVIDAD

Expectación del Mesías y de la Parusía

Nacimiento – Primeras teofanías

TIEMPO DE ADVIENTO

Pórtico del Adviento. Sirva de pórtico lo doctrinal de los dos “Prefacios” Eucarísticos de este  mismo Tiempo. En seguida del preludio consabido: Es justo y necesario dar gracias a Dios. . . Por Cristo N. Señor, continúa cada uno:

1º “QUIEN,

a) al venir por primera vez en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo, y nos abrió el camino de la salvación.

b) para que, cuando venga de nuevo en la majestad de Su gloria, revelando así la plenitud de Su obra, podamos recibir los bienes prometidos que, ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar”. . .

Tenemos, pues, aquí las dos venidas del Señor: la primera en carne mortal, para realizar el Misterio de Salvación mediante Su humanidad Santísima; es decir, el Misterio Pascual, que es objeto de todo el Año litúrgico. La segunda venida, en majestad soberana, será para juzgar y hacer participantes de los “Bienes prometidos” a los que hayan esperado, hasta el fin, fielmente. Son los dos grandes acontecimientos de la historia de la Salvación: el primero siempre es actual, lo celebramos litúrgicamente cada año y todo el año, siempre como actual y para cada redimido y para cada generación de hombres. El segundo será la Parusía. Pertenece al futuro pero también lo celebramos conjuntamente, como presente porque es inseparable del “Plan de redención” completo. Leer más

Oraciones para el encendido de las velas de Adviento

Proponemos este esquema sencillo para orar al encender la vela de adviento

Primer domingo

Llamada a la vigilancia

Entrada. Se entona algún canto.

Saludo.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Acto de Contrición.

Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso…

Liturgia de la Palabra. Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 13,33:

“Estén preparados y vigilando, que ya no saben cuál será el momento”.

Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)

Reflexión.

Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido toral y salvarnos.

ENCENDIDO DE LA VELA. Morada. Oración.

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!


PADRE NUESTRO


Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro…

CONCLUSION

Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.

Todos: Y seremos salvos. Amén.

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Vestiduras y Ornamentos Sagrados, Insignias Pontificales.

Origen de las Vestiduras - LaLiturgia.org

Origen de estas vestiduras

Es cosa averiguada que los eclesiásticos de la primitiva iglesia, Obispos o simples Clérigos, vestían el mismo traje que los seglares de la buena sociedad. También está comprobado que esa misma vestimenta usaban unos y otros para oficiar en el templo y en el Altar. Más aun: las vestiduras que luego serian específicas del culto, provinieron de los laicos y empezaron por ser del uso imperial o dignidades de la jerarquía civil. Su transformación hierática se debió al estudio y meditación de la biblia, muy paulatinamente, y aun afán noble de relacionarlas con el misterio cristiano. Así nació el simbolismo medieval de las vestiduras y ornamentos, considerándolos como signos “insignias” del culto a la divina majestad. La bendición de la Iglesia a vestiduras y ornamentos marco su destino cultual.

Diversidad de vestiduras

En el Cuerpo Místico, que es la Iglesia, no todo los ministros del culto desempeñan la misma función. Por lo mismo, cada uno viste según el distintivo propio de su oficio y dignidad. De ahí que exista un vestido común para todo ellos, y otro propio y particular. En esta forma Leer más

Liturgia de las Horas u Oficio Divino

Liturgia de las Horas u Oficio Divino

El Oficio de Maitines, con sus respectivos “Nocturnos”

< La cuarta, el de Laudes, al despuntar el alba.

< Prima, a la seis de la mañana

< Tercia a las nueve de la mañana

< Sexta a las doce del día

< Nona a las tres de la tarde

< Vísperas a las seis de la tarde. Más adelante

< El rezo conclusivo de completas.

Que es el Oficio Divino.

He aquí lo que es, para el Vaticano II, el Oficio Divino, y lo que el mismo dispuso para su renovación: Leer más

Tiempo Per anual u Ordinario

Sigue el Misterio Pascual

Al concluir con el presente capítulo el estudio del Año Litúrgico, es bueno tener presente que nos moveremos siempre dentro del Misterio salvador de Cristo: De Su Encarnación y Nacimiento, Muerte, Resurrección, Ascensión a los cielos, bajo la acción vivificadora del Espíritu Santo y a la expectativa de la dichosa esperanza y Venida del Señor (CLV n. 102)

Suprimidos por el Vaticano II el “Tiempo de Epifanía” y las tres semanas pre cuaresmales de “Septuagésima”, “Sexagésima” y “Quincuagésima”, el domingo después del 6 de enero (fiesta del Bautismo del Señor), se cierra el Tiempo de Navidad y comienza el nuevo Ciclo Temporal, denominado “Per annum” = Per anual u Ordinario.

Comprende dos Etapas:

  1. La primera: Precede inmediatamente a la Cuaresma (enero y febrero) y puede variar entre 6 y 9 semanas
  2. La segunda: Comienza el lunes de Pentecostés, para terminar en Adviento. En total, el Per anual comprende 33 ó 34 Semanas, y termina con la Solemnidad de Jesucristo Rey Universal. Cuando solamente son 33 semanas, se omite la que sigue a Pentecostés. Para un estudio más adecuado juntamos aquí ambas Etapas.

En todo este largo periodo de domingos y ferias “verdes”

Si bien no se celebra ningún aspecto peculiar del Misterio Pascual, como en los anteriores, abárcaselo en su plenitud, y en la nueva liturgia todavía más acentuadamente, gracias a haber sido enriquecidos con abundantes textos nuevos los domingos y las ferias.

Además, se insertan en ambas etapas del Per anual, solemnidad, fiestas y memorias cristológicas, marianas y de Santos, e incluso celebraciones votivas, rituales y circunstanciales, y por los difuntos; con ello la Liturgia pone a un en mayor relieve el Misterio glorioso de la Cruz, “por el cual hemos sido todos salvos y hechos libres”.

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