Veinte cosas que quizás no sabías sobre la Iglesia Católica.

El Vaticano

1 – ¿Cómo se financia la Iglesia?

La Iglesia católica no es una entidad centralizada en materia económica. Cada persona jurídica (diócesis, parroquia, instituto de vida consagrada, asociación de fieles, etc.) es titular de su propio patrimonio y lo gestiona autónomamente. Cada cual obtiene sus recursos como puede, de acuerdo con el Derecho canónico y el civil. Lógicamente, todas las entidades de la Iglesia deben contribuir al sostenimiento de la Santa Sede y de las necesidades universales de la Iglesia.

2 – ¿Es compatible ser cura con otro oficio?

La Iglesia prohíbe a los sacerdotes (si no cuentan con el permiso de su obispo) el ejercicio de cargos públicos civiles, el desempeño de actividades políticas y directivas de sindicatos, la administración de bienes y la práctica de la negociación y el comercio. Hay otras actividades teóricamente compatibles con el carácter sacerdotal, aunque en la actual situación de escasez de vocaciones parece más bien raro que un obispo juzgue oportuno distraer fuerzas de la actividad pastoral.

3 – ¿Hay mujeres sacerdotes en la Iglesia?

Todos los fieles cristianos, hombres y mujeres, participan del sacerdocio de Cristo (mediante el sacerdocio común) y son iguales en dignidad, pero solamente los varones bautizados pueden recibir válidamente la sagrada ordenación. Jesús eligió a hombres para formar el colegio de los apóstoles y estos hicieron lo mismo cuando eligieron a sus sucesores. La Iglesia se reconoce vinculada por esta decisión del Señor.

4 – ¿Para qué sirve un Papa?

Para ejercer el ministerio de la unidad, que Jesús confió singularmente a Pedro. Es garantía de la unidad de la fe y de la comunión de la Iglesia, en medio de la inmensa variedad y pluralidad del Pueblo de Dios.

5 – ¿Cómo se puede llegar a ser Papa?

Mediante la legítima elección, que debe ser aceptada por el elegido. Si el elegido no fuera obispo, habría de ser ordenado inmediatamente. La elección corresponde a los cardenales.

6 – ¿Manda el Papa sobre todos los cristianos?

La jurisdicción del Papa se extiende sobre la totalidad de la Iglesia católica, es decir, la Iglesia latina y las Iglesias orientales unidas a Roma. Fuera de estos límites la autoridad del Papa puede ser (y lo es en muchos casos) de índole moral.

7 – ¿Con quién se confiesa el Papa?

El Derecho de la Iglesia reconoce a todos los fieles el derecho fundamental a confesarse con el confesor legítimamente aprobado que prefiera. No hay norma especial para el Papa, que es titular, obviamente, de este derecho, como fiel de la Iglesia que es. El Papa puede acudir a cualquier sacerdote que tenga facultades para confesar.

8 – ¿Qué diferencias hay entre los protestantes y los católicos?

Entre los protestantes hay una gran cantidad de comunidades eclesiales diversas y no pueden ser tratados como una única realidad. Todavía nos separan diferencias de fe a protestantes y católicos, pero es mucho más lo que nos une: la fe en Cristo; el bautismo, que nos hace a todos hijos de Dios y hermanos en el Señor.

9 – ¿Es el Islam tan diferente del catolicismo?

Sí, es radicalmente distinto, porque el Islam ignora el misterio de la Trinidad (Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas en unidad de naturaleza divina), que es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Pero la Iglesia mira con afecto a los musulmanes, que adoran a Dios, creador del cielo y de la tierra, veneran a Jesús como profeta, honran a María y aprecian la vida moral.

10 – ¿Qué función tiene la curia eclesiástica?

La curia diocesana es el conjunto de organismos y personas que colaboran con el obispo en el gobierno de la diócesis, es decir, en la dirección de las actividades pastorales, en la administración de la Iglesia y en el ejercicio de la potestad judicial.

11 – ¿Para qué sirven las diócesis?

La diócesis es una circunscripción de la Iglesia que se confía a un obispo para que, con la cooperación de sus sacerdotes, ejerza el cuidado pastoral de los fieles. Las diócesis no son meros departamentos administrativos o «delegaciones» de Roma, sino que en cada una de ellas (como subrayó con fuerza el concilio Vaticano II) está presente y actúa la Iglesia de Cristo.

12 – ¿Qué tengo que hacer para apostatar?

Rechazar totalmente la fe cristiana (no uno u otro de los artículos del credo sino la fe en su conjunto) y manifestarlo de acuerdo con el Derecho de la Iglesia, porque de ese acto se siguen importantes consecuencias jurídicas y se debe dejar constancia. En concreto, el apóstata queda fuera de la comunión de la Iglesia (ese es el sentido de la «excomunión»).

13 – ¿Y para ser excomulgado?

La excomunión es una pena canónica que se impone a un fiel cristiano por la comisión de ciertos delitos graves, como son, entre otros, la apostasía, la profanación de especies consagradas, atentar contra el Papa, consagrar a un obispo sin mandato de la Santa Sede (el caso Lefebvre), violar el sigilo sacramental o practicar el aborto.

14 – ¿Qué se necesita para ser cura? ¿Es obligatorio estudiar Teología?

Para recibir válidamente el sacramento del orden se requiere ser varón bautizado y quererlo libremente. Se supone la previa vocación divina y la llamada de la Iglesia (nadie tiene «derecho» a ser sacerdote ni hay curas «por libre»). Además, se requiere la debida formación (entre otras cosas, el estudio de filosofía y teología durante al menos cinco años) y una serie de cualidades espirituales como fe, recta intención, buena fama, virtudes probadas y otras de tipo físico y psicológico necesarias para ejercer el ministerio.

15 – ¿Cómo se mantiene un cura? ¿Tienen sueldo?

Los sacerdotes suelen reciben una aportación mensual fija para su sostenimiento económico de la diócesis o de la parroquia en la que ejercen su ministerio, que suele oscilar, según los lugares. Pueden percibir alguna otra cantidad con ocasión de determinados servicios pastorales, como los estipendios de la Misa.

16 – ¿Existe oficialmente el rito del exorcismo? ¿Qué se requiere para hacerlo y en qué circunstancias se aplica?

Jesús practicó el exorcismo para liberar a algunas personas del demonio y para constatar la venida del Reino de Dios a este mundo. La Iglesia ha recibido de Jesús el poder y el oficio de exorcizar. En el bautismo se practica una forma de exorcismo como parte del rito. Además, algunos sacerdotes pueden practicarlo cuando es necesario, con permiso del obispo, asegurándose de que es un verdadero caso de presencia del Maligno y no, por ejemplo, algún tipo de enfermedad.

17 – ¿Cuál es la postura oficial de la Iglesia ahora mismo respecto al purgatorio y al infierno? ¿Existen?

La existencia del purgatorio es una verdad de fe que la Iglesia reconoce a partir de una serie de textos de la Escritura que hablan de un fuego purificador, así como también de otros pasajes referidos a la necesidad de orar por los difuntos para que se purifiquen y alcancen la salvación. Sobre la existencia del infierno hay un apoyo claro en la Escritura: Jesús habló repetidamente de la «gehenna» y del «fuego que nunca se apaga» reservado a los que, hasta el fin de su vida, rehúsan creer y convertirse.

18 – ¿Puede ir al cielo un no cristiano?

Efectivamente. Cristo murió por todos y desea salvar a todos. Toda persona que, ignorando el Evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la verdad y hace la voluntad de Dios según él conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que esas personas «habrían deseado explícitamente el bautismo» si hubiesen conocido su necesidad.

19 – ¿Cómo y por qué se convoca un Concilio?

La convocatoria de un Concilio ecuménico o universal corresponde libremente al Papa, porque el Derecho no establece que se celebre en momentos o circunstancias determinadas. En el Concilio ecuménico se ejerce de modo solemne la potestad del Colegio episcopal, que está formado por todos los obispos junto con el Papa. Pero la reunión del Concilio no es estrictamente necesario para el Papa, que puede ejercer su potestad suprema, siempre junto con los obispos, aunque éstos se encuentren dispersos.

20 – ¿Existe otro órgano que permita adaptar la moral católica a nuestro tiempo?

La preocupación de la Iglesia no es tanto «adaptar la moral católica a nuestro tiempo» sino «adaptar nuestro tiempo a la ley de Dios». Los diez mandamientos expresan deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia el prójimo y son básicamente inmutables; valen siempre y en todas partes. Sí que cambian las circunstancias sociales y hay que «adaptar» los mandamientos a esas nuevas realidades; y también hay que adaptar el lenguaje y la sensibilidad, para entender más y explicarse mejor.

Referencia: https://www.lainformacion.com/asuntos-sociales/veinte-cosas-que-quiza-no-sabias-sobre-la-iglesia-catolica_taiK08QqHIwoenSNXPQc54/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.